Advertisement:

¡Triunfo agónico y desahogo!

 Por: Andrés Alderete (Jugador Profesional de Fútbol- Club Agropecuario)                                                                                                                                                               

 

Cuando muchos querían vernos afuera, eliminados y derrotados, la jerarquía individual de algunos jugadores lograron un triunfo muy esperado y la clasificación ansiada.
Se hablo mucho y se dijo de todo estos últimos días (yo creo que en exceso) sobre la selección luego de la dura derrota sufrida contra Croacia. El equipo necesitaba imperiosamente ganar o se volvía.

Arrancó el partido y a los pocos minutos se notó otra selección. Con una nueva mentalidad. Presionó muy bien en todos los sectores de la cancha, controló excelentemente la posesión de la pelota, tuvo mucho orden defensivo y un equilibrio en todas las líneas. Banegas fue el eje de la circulación. Recibió constantemente el balón, siempre fue opción de pase y jugó con mucha claridad e inteligencia.

El mismo fue el encargado de poner una pelota milimétrica a la espalda del central, donde Messi se movió con inteligencia, y luego de un perfecto control convirtió el 1 a 0. Provocando el desahogo de todos los argentinos.

 

El equipo continuó jugando con mucha intensidad y tenencia de pelota; se sentía seguro y protegido frente a un equipo nigeriano que poco podía hacer jugando lejos del arco ocupado por franco armani.

La selección se fue al descanso jugando los mejores 45 minutos de todas sus presentaciones en este mundial. y eso a nosotros (los expectadores) nos daba la esperanza de que todo era posible.
Los hechos cambiaron en el segundo tiempo, cuando todos pensabamos que se repetiría parte de lo sucedido en la primera mitad. A los 6 minutos Nigeria empata el partido de penal, luego de una falta de Mascherano a la salida de un corner. La selección cayó otra vez en la deseperación, perdió el orden y el control del juego, pero jamás renuncio a entregar todo.

Siempre buscó la manera de progresar en el campo y buscar peligro en el área rival. Banegas prosiguió siendo el eje de la circulación, acertando en la mejor opción para el ataque. Mientras que por su parte, Nigeria se cerró mucho y muy bien atrás, teniendo en cuenta que con el empate se hacía dueño de la clasificación.

Con el pasar de los minutos vinieron los cambios. Buscando variantes en ataque, Pavón fue muy peligroso por la punta derecha. Argentina volcó mucho el ataque por ese sector intentando encontrar el gol de la clasificación. Nigeria empezó a jugar de contra viendo los espacios que dejaba nuestra selección atrás, por el simple hecho de arriesgar para ganar el partido. Armani se lució en la jugada más clara de los nigerianos, achicando muy bien el arco, siendo una pieza clave ante un momento determinante del partido.

A pocos minutos del final y con los últimos suspiros, Gabriel Mercado envió un centro que lo encontró sorpresivamente a Marcos Rojo sólo dentro del área, para conectar de derecha y clavar el balón adentro del arco nigeriano y desatar el grito eufórico de todo un país.

Argentina tuvo su premio y logró la clasificación tan esperada. Atrás quedaron todas esas locuras que se decían y todo se volvió alegría. Una sensación que durará hasta que llegue el encuentro ante una potencia como Francia, a quien tendrá que superar para poder seguir avanzando.

Advertisement:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *