Por: Mariano Gandini (@marianogandini)
Ignacio Damiani, es uno de los autores junto a Julián Maradeo de los últimos dos libros que desnudan el modus operandi que viene ejecutando Cambiemos desde que llegó al poder para poder controlarlo. Primero fue “El Tano”, una investigación suculenta sobre el tejido político-judicial que continúa hilando el presidente del club Boca Juniors, Daniel Angelici; ahora es el turno del mismísimo presidente con un trabajo riguroso y microscópico denominado “Radiografía de la Corrupción PRO, de la ciudad a la presidencia de la nación”.
No te lo pierdas un dialogo exclusivo y por demás atractivo de uno de los autores, Ignacio “Nacho” Damiani con el Portal El Toro, donde te cuenta todo lo que tenés que saber del gobierno de Mauricio Macri.
-Es el segundo libro en el que apuntan contra la corrupción del gobierno y el tráfico de influencias ¿consideran que el gobierno de Macri es el gobierno más corrupto desde la vuelta de la democracia?
No lo definimos de esa manera, porque es difícil cuantificar a la corrupción como un esquema que afecta más a un gobierno que a otro. Lo que decimos nosotros es que el gobierno de Cambiemos tomó a la corrupción como un instrumento retórico, supo construir una imagen de lo nuevo, impoluta, que en los hechos dista de la realidad.
Ellos se presentaron como lo nuevo ante la vieja política que representaban los partidos tradicionales vinculados a las estructuras viciadas de corrupción. Estratégicamente el asesor de imagen del presidente, Jaime Duran Barba, introdujo una cirugía de marketing para lograr ocultar el pasado que tiene la familia Macri.
Sin embargo, ese pasado reaparece permanentemente cuando saltan a la luz los casos de Panamá Papers, el Correo Argentino, Avianca, Ausol, entre otros. Ahí queda en evidencia que los Macri han sido protagonistas de casos de corrupción que van desde la cantidad de empresas que el grupo Macri creció durante la dictadura (pasó de 7 a 47), al Manlibagate, la denuncia por contrabando con su empresa Sevel, hasta el presente con los casos que salieron a la luz desde que ejerce en su condición de presidente.
– ¿Cuál es la diferencia entre la corrupción que ustedes analizan que existe entre el gobierno de Macri y el de los gobierno anteriores?
Es complejo comparar los distintos sistemas de corrupción entre los distintos gobiernos. Sí podemos afirmar que el gobierno actual ha diseñado un sistema de corrupción aceitado y montado sobre la base de un discurso que dista mucho de los hechos.
Cuando se historiza su accionar para comprender el sistema, se encuentra que Macri ha sido denunciado por sobreprecios cuando era Ceo de Sideco Americana en la obra yaciretá -señalada como «el monumento a la corrupción-, luego como presidente de Boca en la construcción de los Palcos vip con la empresa Riva SA (la misma que sería denunciada por sobreprecios en la construcción del subte, el Metrobús, o el teatro argentino cuando Macri ejercía como jefe porteño); finalmente, cuando asumió a la presidencia firmó un decreto para destinar 45 mil millones de pesos a la empresa IECSA de su primo Ángelo Calcaterra para continuar con la obra del soterramiento Sarmiento. Al poco tiempo, saltó a la luz el caso Odebrech que denunciaba sobreprecios, retornos, coimas y sobornos en esa obra. Una vez más el apellido Macri se vio involucrado.
Un elenco gubernamental que se mostró en campaña como lo nuevo y transparente, en los hechos, cuando se historiza su manera de accionar se puede constatar que los hechos de corrupción que afectan al presidente no son casos aislados sino un modus operandi de accionar.
– ¿Que fue lo que los impulsó a realizar esta investigación?
Con Julián Maradeo cuando realizamos el libro sobre la biografía no autorizada de Daniel Angelici vimos que si bien el presidente de Boca era un hombre con mucho poder y mantenía una sólida alianza con el presidente, no dejaba de ser sólo una parte del entramado. Entonces, decidimos ir «de la parte por el todo» para aportar una mirada integral del sistema del poder político – empresarial que tiene como centro a Mauricio Macri.
– Según el trabajo realizado y las conclusiones finales… ¿Se puede decir que el presidente de la nación, Mauricio Macri es corrupto, o solamente, el propio sistema es corrupto y eso hace que cualquiera que lo utilice se corrompe?
El sistema en sí mismo y las instituciones a priori no deberían ser corruptas. Existe una constitución, organismos de control, entes autárquicos, división de poderes… Cuando Macri realizó la campaña prometió respetar las instituciones y en especial la independencia judicial. En los hechos atacó con fuerza a la procuradora general Alejandra Gils Carbó por ser «partidaria» y en la provincia de Buenos Aires la gobernadora María Eugenia Vidal postuló como procurador a su Secretario Legal y Técnico, Julio Conte Grand, quien logró los votos de un sector mayoritario del peronismo y que no contaba con la exigencia de la ley de tener dos años de residencia en la provincia.
La saga la completa la ciudad Autónoma de Buenos Aires: Luis Cevasco ejerce como procurador sin que su pliego haya sido votado por la legislatura y esto fue posible por el agravante de que el socio de Angelici, Martín Ocampo, se tomó licencia como procurador de la ciudad y asumió como Ministro de Justicia.
Los organismos de control han sido cooptados por el oficialismo: Laura Alonso en la Oficina Anticorrupción -OA-, el ministro de justicia bonaerense y dirigente del club Boca Jrs. Gustavo Ferrari ocupa la OA de la provincia de Buenos Aires; la procuración del tesoro está en manos de un ex abogado del grupo Macri, Bernardo Saravia Frías, luego de que el ex procurador Carlos Balbín haya tenido que dejar su cargo por haber elaborado un informe crítico por el caso del correo; la SIGEN es conducida por Alberto Goldwan, funcionario macrista… la lista continua.
Macri prometió independencia judicial y en la ciudad de Buenos Aires recusó 800 veces a al juez Andres Gallardo y en la provincia removió al Juez Luis Arias.
Los servicios de inteligencia, por su parte, influyen directamente en la justicia. La AFI está repleta de Angelicistas y Macristas puros, como es el caso de Gustavo Arribas, ex escribano de SOCMA y ha regresado el histórico espía Jaime Stiuso junto a ex SIDE como Juan José Gallea.
Lo nuevo, en los hechos, es bastante viejo.
– ¿Cuando empezaron a analizar datos y entrecruzar información, se encontraron con nombres y personajes políticos o de la farándula que dijeron… che mirá este, no lo tenía?
Quizá responda esta pregunta tener en cuenta que los periodistas que han sido defensores de este gobierno como es el caso de Fernando Niembro, Luis Majul, Luis Novaresio, Alfredo Leuco, han recibido exorbitantes pautas económicas del gobierno.
En ocasiones con licitación directa. En el caso de Niembro, el caso es conocido. El gobierno no pudo explicar porque le asignó casi 21 millones de pesos a la empresa usina que no tenía empleados ni actividad.
El dinero para financiar su candidatura terminó con la renuncia del periodista como primer candidato a diputado nacional por el PRO. Niembro, sin embargo, sigue muy cerca del presidente y volvió a trabajar en los medios. La transparencia y terminar con la corrupción han sido dos ejes de relato de este gobierno.
El «nimbrogate» es otro caso de corrupción que demuestra que el elenco gobernante recurre al marketing y en lo fáctico quedan expuestas sus mentiras.
– ¿Qué valor tiene para ustedes como periodistas de investigación que Hugo Alconada Mon escriba el prólogo y brinde su apoyo al libro?
El valioso aporte de Hugo Alconada Mon es un sello de prestigio y un gesto de confianza. Alconada fue quién nos abrió la puerta en La Nación para mostrar el trabajo que hicimos contra Angelici cuando casi todas las puertas se nos cerraron. Alconada priorizó el contenido y la rigurosidad del trabajo y por eso le dio visibilizad a pesar de que la línea editorial de La Nación hizo lo posible por evitar difundir nuestro trabajo anterior como así también el reciente libro.
– ¿Consideran que este tipo de trabajos ayudan a que la gente conozca un poco más sobre las operatorias del gobierno de Cambiemos?
Es una de las aspiraciones que tenemos. Poder aportar y sumar elementos para poder lograr una compresión cabal del sistema. En definitiva, es una de las tareas que debe tener el periodismo crítico: develar lo que el poder pretende ocultar deliberadamente.
– ¿Creen que este tipo de libros pueden influir de manera determinante en el resultado de una elección, en favor o en contra?
En esta oportunidad hicimos un aporte documental por la causa Narcoarroz en donde reconstruimos un acuerdo comercial entre la municipalidad de Vicente López y una de las empresas montadas por el cartel de drogas los urabeños: International Trade and Comerce SA (ITC).
El fiscal federal Federico Delgado pidió al juez Sergio Torres incorporar una serie de documentos publicados en el libro Radiografía de la corrupción PRO, entre ellos un contrato comodato con la firma del intendente Jorge Macri y Carlos Yorelmy Duarte Díaz, el único prófugo del caso.
La documentación no figuraba en la causa y muestra un vínculo comercial entre una empresa narco y el primo del presidente.
Creemos que este aporte merece una línea de investigación que podría terminar en un impacto político. Sin embargo, creer que un libro puede torcer el resultado de una elección sería subestimar un sistema de poder muy complejo que hasta tiene la capacidad de controlar las publicaciones para que no tomen visibilidad.
-¿Recibieron presiones por parte del gobierno o de algún sector para que no lo publiquen o para que los saquen de circulación?
No. Lo único que nos ocurre tanto con este libro como el anterior es que el blindaje mediático que tiene el gobierno impide que los mismos tomen su correcta difusión. Si bien no nos sorprende por los acuerdos comerciales que este gobierno tiene con los grandes medios de comunicación, lo que resulta preocupante es que este gobierno se propuso como el cambio y lo nuevo que respetarían valores democráticos. Una vez más, los hechos exponen que solo se trata de la imagen. Detrás del juego de máscaras sólo se ve corrupción.-