#Rusia2018 / Toni Kroos le dio vida a una Alemania que resucitó de las cenizas

El Estadio Fisht de Sochi estuvo al rojo vivo este sábado para asistir al segundo partido de Alemania y Suecia en el Grupo F. Ambas selecciones libraron un intenso duelo hasta el último minuto, en el que la Mannschaft se impuso con un lanzamiento de falta milagroso de Toni Kroos.

El comienzo del encuentro mostró el cariz esperado. Alemania se abalanzaba sobre la portería de Robin Olsen, bien protegida por la armada azul y amarilla. Pero cuando parecía que abrirían el marcador rápidamente los hombres de Joachim Loew, inquietos por aparcar lo antes posible su derrota ante México, fue Marcus Berg quien se procuró la ocasión más clara del primer cuarto de hora, con un mano a mano ante Manuel Neuer del que salió airoso el portero alemán. Sin embargo, Neuer sí fue batido tras cumplirse la media hora de juego, con una vaselina de Ola Toivonen.

Loew reforzó el plano mental de sus hombres y el peso de su ataque sacando a Mario Gómez tras el descanso, pero fue Marco Reus quien empató con la rodilla al poco de la reanudación. A pesar de un dominio abrumador, los alemanes no conseguían cobrar ventaja, ni siquiera cuando Gómez se encontró solo ante la portería a 20 minutos del final.

La expulsión de Jerôme Boateng por una segunda tarjeta amarilla en el minuto 82 no arreglaba precisamente la situación de los campeones mundiales; como tampoco los asombrosos reflejos de Olsen, a quien luego salvó su poste. Pero el arquero sueco no pudo hacer nada ante el magistral tiro libre de Kroos en el tiempo añadido. Un desenlace cruel para unos Blagult heroicos…

El dato

El tanto de Toni Kroos al minuto 94´39 es el gol de la victoria más tardío en la historia de los Mundiales, tras batir el récord de Francesco Totti contra Australia (94’26) en 2006.

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