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Omar Cingolani: «Arranqué al revés, de no preparar ningún auto a hacer uno de TC»

«Rectificación Cingolani», es un sello de confianza nacional que con el respaldo de Cummins presta servicio desde el Parque Industrial de Carlos Casares desde 1950. «Argentina es un país de grandísimas oportunidades donde hay que reinventarse para seguir adelante», expresa Omar.

Omar Cingolani es la segunda generación del ilustre apellido reconocido no solo a nivel nacional por la actividad empresarial, sino también por su trayectoria en el Turismo Carretera habiendo formando parte del equipo del tricampeón del TC Roberto Mouras, incursionando también en el Turismo Nacional, como en los zonales.

“La firma la comenzó mi padre en 1950 con un taller mecánico. Desde muy chico por naturaleza convivía adentro del taller con él y heredé la inclinación por los fierros”, recuerda.

“Fui a estudiar a la Escuela Industrial, después hice el ciclo superior y allá por el año 1978 cuando terminé de estudiar empecé a trabajar con él”.

“La idea era reconvertir el taller para rectificar motores; arrancamos en sociedad con Casanitti, colega con quien compartimos en la ciudad la actividad; la empresa se llamaba CINCA y duró tres años hasta que seguimos solos con la marca que todavía nos acompaña”. Así nació Rectificación Cingolani.

Nada tiene de novedoso para quienes son clientes, vecinos y el mundo del automovilismo deportivo, pero sí una gran historia laboral, de amistad y pasión que unió a los vecinos Mouras-Cingolani.

“Había un gran paralelismo entre nuestra actividad de rectificación de motores y yo muy ligado a los comienzos de Roberto Mouras”, Así pone primera Omar Cingolani para contar esos años hermosos de su vida.

De 0 a 100 en segundos. “Arranqué al revés porque en vez de ir escalando, pasé de no preparar ningún auto a hacer uno de TC, obviamente muchas ganas, conocimiento y poca experiencia”.

RESPONSABILIDAD Y PASIÓN

“De día trabajábamos en la rectificadora y a la tardecita/noche cambiábamos de rubro y empezábamos con los autos de carrera.

Con el automovilismo deportivo fueron varios ciclos porque primero fue Mouras, después corrí yo, con la ‘Peña La Cebra’ le hicimos un auto a Ottaviani en el zonal donde salimos campeones; posteriormente incurrimos en Turismo Nacional y salimos campeones en el zonal con mi hijo (Cristian). Tuvimos 40 años de seguidilla de automovilismo”.

Así fueron los comienzos de una vida ligada a los fierros, en lo deportivo y en lo comercial.

“Comenzamos con el taller de rectificación, de a poco como toda empresa que se inicia desde sus comienzos con un volumen chico de trabajo, y con el correr de los años aprendiendo y nutriéndonos de muchos conocimientos y tecnología de última generación”, contó Omar para avanzar en el relato diciendo que “permanentemente estamos alimentando al taller con herramental nuevo”, ya que el alcance de la empresa es a nivel nacional. “Nos traen trabajo de todos lados; Córdoba, Santa Fe, Tandil, Mar del Plata, Bahía Blanca, tenemos una gran cartera de clientes”.

Todos estos años de esfuerzo, profesionalismo y compromiso con el cliente hizo que desde hace una década sean representantes oficiales de Cummins “con lo cual tenemos el herramental y gente capacitada para ese fin”.

También “somos distribuidores nacionales de repuestos Legítimo Cummins” para sintetizar básicamente el negocio.

RECTIFICACIÓN CINGOLANI, UNA MARCA NACIONAL CON TRADICIÓN FAMILIAR

“La empresa la creó mi papá, la seguí yo y hoy están al frente mis hijos Yanina y Cristian desde hace 15 años. Ellos son los conductores”.

Siguiendo con el concepto de familia, la empresa se completa con la parte técnica y administrativa, repuestos y distribución de los mismos y, por supuesto el taller de rectificación.

“Tenemos un oficial de más de 40 años de trabajo, más tres auxiliares y, aparte del taller contamos con la de servicios donde cuando llega el motor se lo desarma, se pasa al sector de rectificación, se repara y se vuelve a montar.

En resumen, ofrecemos el servicio desde el trabajo parcial como es la rectificación hasta el integral donde llega la unidad en marcha y así se va”.

UN DÍA EN LA EMPRESA

Las expuestas son las prestaciones de la marca registrada. Ahora, ¿Cómo es el día a día Omar?

La actividad es de lunes a sábado. “Todo arranca por el organigrama que hace Cristián para cada uno. Antes de que finalice el día él organiza el trabajo de cada uno para la jornada siguiente y así, a la mañana cuando arrancamos a las 7 AM lo hacemos el trabajo con el tiempo de ejecución del mismo. Cada uno hace su trabajo y las distintas partes del motor se van ejecutando donde confluyen todos los trabajos realizados y ahí, en la última sala se arma el motor. 

Todas las personas que realizan cada labor están capacitadas, tienen experiencia, pero, Cristián y yo estamos siempre supervisando en forma directa la ejecución de todas las actividades. Estamos muy satisfechos con el planten de gente, no tenemos ningún problema”.

PASAN LOS AÑOS, LOS GOBIERNOS Y LA EMPRESA SIGUE FIRME

“Permanentemente todo va evolucionando”, dice y certifica Omar que “si hoy tuviera que dirigirla con el alcance de todas las prestaciones tecnológicas que hay en cuanto a, por ejemplo, vender un repuesto por internet -porque todo está ligado a la computación- se me complicaría; en cambio los chicos lo saben manejar mejor”. Entonces combinan la experiencia y conocimiento actual, aggiornándose todos para seguir siendo líderes en el rubro.

“Desde que empecé a trabajar hay una evolución impresionante, no solo en la manera de trabajar sino también en la tecnología, ya que, hace aproximadamente 20 años hubo una bisagra que cambió; la misma fue que las rectificadoras tenían máquinas de 30/40 años de antigüedad, los motores siguieron evolucionando y las maquinarias no; entonces, es imposible que hoy día un motor de nueva generación sea reparado con ese tipo de máquinas porque los resultados no serían los mejores”.

¿ENTONCES, CUÁL FUE LA BISAGRA?

“Había que tecnificarse con máquinas nuevas lo cual implicaba mayor rapidez de los trabajos, menor cantidad de personal y, mejor respuesta en la parte técnica.

En los últimos 20 años tuvimos que tecnificarnos, ir cambiando la mentalidad e invertir mucho con las maquinarias para cumplir con los objetivos. Lo fuimos logrando y, hoy podemos dar respuesta a motores de última generación con esa tecnología nueva. Gracias a Dios con muy buenos resultados, pero, por supuesto que en ese tránsito se va adquiriendo experiencia y, estamos permanentemente aprendiendo”.

SON MÁS DE 40 AÑOS DE TRABAJO, UNOS CUANTOS MOTORES RECTIFICADOS…

“En mi haber tengo más de 15 mil motores realizados y bien contabilizados de 1978 a la actualidad”.

Otra pregunta obligada es, ¿cómo se van reinventándose a través de los años con las crisis cíclicas económicas del país?

“Lo que nos pasó a nosotros le pasó a todo el mundo. Para tratar de sobrevivir en este país tenes que ser equilibrista económico. Hemos pasado por gobiernos democráticos, militares, gobiernos buenos, malos; cada vez que nos sucedió eso, esa es la palabra adecuada, reinventarse, pero, siempre con los pies sobre la tierra sin hacer ninguna aventura.

En ese camino siempre pudimos crecer con la ayuda de créditos a través de los bancos que nos ha permitido ir comprando todo el material tecnológico”, explica y anhela que vuelvan los créditos porque que son el gran impulsor de toda empresa para crecer.

“Lo principal es tener optimismo, a pesar de todas las desavenencias, tropiezos y dificultades hay que tratar de correr las piedras del lugar y seguir para adelante bajo cualquier circunstancia”

“Y hay una cosa a la que nos tenemos que acostumbrar los argentinos y es que, los problemas económicos son nuestros. El Estado tiene que brindar una herramienta como un crédito para que uno se defienda, pero, no dar dinero por dar. Por eso, hoy nos encontramos con un país totalmente empobrecido”.

¿Qué mensaje le daría alguien que está emprendiendo en el rubro que sea?

“La Argentina a pesar de todos los problemas que podamos tener es un país de grandísimas oportunidades. Lo principal es tener fe, ganas, perseverancia y adquirir conocimiento; el tema pasa por convencerse uno mismo de que se puede porque la Argentina es una escalera a la que uno le pone los escalones que quiere para crecer, porque si uno espera que la situación económica mejore no va a pasar, uno siempre tiene que mejorar, y tratar de superar la adversidad e ir encontrando el camino, reinventándose y pensar que todo es posible”

“Hay que pensar que hay países que están en situaciones ultra difíciles como Ucrania que está en guerra, acá tenemos otros problemas que se van a tener que resolver como los políticos y, uno muy grande de inmoralidad colectiva que se van a tener que corregir al margen de lo político, como personas que cobraban sin trabajar”.

“Cada uno va a tener que construir lo suyo porque no es posible que nadie, al menos no gane lo que come al mediodía y a la noche. Y si seguimos repitiendo que la ayuda tiene que venir del Estado, a lo mejor es muy feo el término, pero nos convertimos en perros humanos que les damos de comer; entonces tiene que haber una impronta en la gente de ajustarse la cabeza y cambiar la manera de pensar y tener la independencia para progresar en este país contra viento y marea; no hay muchas más recetas que esa”.

SOBRE LA CÁMARA…

“Hace muchos años que somos socios de la Cámara de Comercio y entendemos que es una de las instituciones más prominentes de la ciudad por su historia y trayectoria; ha sumado mucho al quehacer de todos los casarenses y, por eso, me parece encomiable, a pesar de que ha cambiado mucho sus comisiones, hay un denominador común que arrancó y sigue siendo una entidad sana”, dijo Cingolani.

EL MENSAJE

Por último, Omar Cingolani envió un sentido mensaje “Tenemos las puertas abiertas en lo comercial y a dar una mano en lo que sea. Tenemos una comunidad muy linda y estamos muy agradecidos a ellos y a los que vienen de afuera y confían en nuestra firma. Estamos en el Parque Industrial con muchas ganas de trabajar, de atender al público y de seguir para adelante”.

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