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Martínes y Durana de Bio Casares: «Crecemos año a año y estamos muy contentos»

Rubén «Picheto» Martines y Pablo Durana emprendieron esta empresa local «Bio casares agua de mesa» en el año 2020 y su crecimiento fue siempre en acenso.

“Bio Casares Agua de Mesa” como proyecto nació en 2020 pero, el 1º de marzo de 2021 abrió sus puertas al público y desde entonces no para de crecer. Es una opción más en la ciudad y el campo, en agua de mesa, pero, también ofrece más productos.

“El sol sale para todos” y, una vez más Rubén “Picheto” Martines se embarcó en un nuevo proyecto hace tres años que hoy es una realidad con un claro horizonte por delante para seguir expandiéndose en la zona. Cuesta, pero es el faro que tiene junto a sus socios Pablo Durana con quien trabaja a diario de lunes a viernes en el horario de 7:30 a 12 y de 14 a 18 horas en su establecimiento del Parque Industrial y, su hija Aldana Martines, quien es Ingeniera Química; hoy trabajando en Vaca Muerta, Neuquén, provincia sureña desde la cual aporta su sapiencia con asesoramientos y, periódicamente viajando a su ciudad natal para compartir tiempo de calidad con la familia y amigos, y visitar la empresa junto a sus socios para darle impulso a “Bio Casares Agua de Mesa”.

Comenzaron en 2021. “Era algo desconocido para nosotros, pero al notar que venía mucha agua de afuera decidimos emprender en el rubro para prestar el servicio de venta de agua a quienes ya vendían en Casares en vez de que la compren afuera; algunos vinieron, otros no, y fue ahí donde decidimos salir a tocar timbre y venderla nosotros”, comenzó a rememorando Rubén quien junto a su familia y desde hace años es dueño de “Casa Picheto” en el centro de la ciudad.

Pablo (Durana) salió en la búsqueda de clientes en la ciudad y así fueron creciendo, sigue recordando “Picheto”. “Fuimos creciendo de a poco, estamos bien y no nos podemos quejar porque estamos creciendo mucho acá y en 9 de Julio. De a poco vamos sumando clientes”.

Así es el panorama hoy, pero, como todo comienzo no es fácil emprender y, aunque los dos ya tenían experiencias previas, no dejaba de ser un nuevo comienzo. Sumado a ello salían a la cancha a competir con otros colegas. Y como si fuera poco, la Pandemia del Covid-19 complicó y retrasó el inicio del proyecto que salió adelante.

“Fue un tiempo muy difícil. Teníamos un galpón que no nos habilitaron y tuvimos que salir a buscar un lugar, se nos dificultó encontrar teniendo todas las herramientas compradas; por suerte pudimos comprar donde estamos ahora (Luis Cantisani y Miguel Luis Sangiacomo) en el Parque Industrial y todo el proceso nos llevó un año”.

Una vez superado los escollos, Bio Casares abrió sus puertas y de ahí en más todo fue bueno y siguen creciendo. “La gente nos acompaña desde el principio y el mes que viene vamos a cumplir tres años”.

“Al principio costó como todo. Íbamos a la plaza, llevamos bidones para que la gente probara, después les dejábamos un bidón de 20 litros y así nos fuimos abriendo puertas y llegamos a 9 de Julio donde nos está yendo muy bien”.

Si bien en el siguiente párrafo vamos a conocer otro innovador producto alrededor del mismo servicio, Rubén contó también que son pioneros en el mercado local de “agua desmineralizada para los autos. Nos va muy bien, ya que, en Casares no había quién lo hiciera, pero tampoco en 9 de Julio y Pehuajó”.

TRES AÑOS, TRES PRODUCTOS

Ahora sí, llegó el momento de develar la nueva impronta que Rubén y Pablo le están dando desde hace días a la marca registrada Bio Casares. Iniciaron con bidones de agua, incorporaron agua para autos y ahora, suman sachet de agua por litro “que va abaratar mucho el producto. Pronto va a estar en todos los comercios”.

¡HAY EQUIPO!

Junto a Rubén, Pablo y Aldana, Agustín Rosa, Damián Sureda, Emmanuel Pirello y Hugo Sayavedra completan el staff permanente de la empresa. Y el Ingeniero Bacteriólogo Clínico e Industrial, Carlos Capazzoli oriundo de Castelar (Bs. As.) quien mes a mes realiza los análisis de calidad, aunque “el municipio nos exige cada seis meses”, aclara Rubén.

El boca a boca, como el puerta a puerta es un método que nunca falla pero, sin dudas que en esta época las redes sociales son indiscutiblemente poderosas para masificar la información. Por eso, Rubén también agradece la colaboración de Lorena Delfino quien se encarga de las redes sociales.

Después tienen revendedores en la ciudad como en cada localidad del partido, supermercados, clientes en los barrios y en 9 de Julio; además el propio municipio y algunas empresas también se abastecen de su producto.

EL PROCESO DE PRODUCCIÓN

Arrancamos en una sala pequeña en dimensiones con un presurizador que le da presión; ahí pasa por un cilindro para la arena porque tomamos el agua de un pozo del parque industrial -aclara y sigue- de ahí pasa por un filtro de carbón activado que le saca el sabor, el gusto a cloro, que en este caso no tiene, pero si lo tuviere se lo sacaría porque caso contrario se estropearían las membranas que es el paso siguiente.

La producción es de 900 litros por hora y rechaza 1.200 que van a las cloacas. Luego pasa al tanque donde le agregamos los minerales, por eso es un agua baja en sodio; ahí se le realiza un batido para mezclar los minerales, y ya ingresa a la siguiente sala donde está la máquina de ultravioleta para matar bacterias y gérmenes.

Paso siguiente ingresa a la máquina donde realiza un proceso de tres lavados del envase y el cuarto con el agua de llenado; ahí baja la máquina para llenarse y tapa el bidón.

En todo ese proceso, Carlos Capazzoli (Ingeniero Bacteriólogo Clínico e Industrial) es el encargado certificar todo. “Carlos es oriundo de Castelar y es quien mes a mes hace los análisis, aunque la municipalidad nos permite cada seis meses, ya que al tomar agua de pozo para tener mayor tranquilidad lo hacemos así”, apunta e informa que el comercio cuenta con el Registro Nacional de Establecimientos (RNE) que les permite vender en cualquier lugar. Allí los felicitaron también y marcaron cuestiones a corregir: “Lo hicimos a medida que fuimos aprendiendo”. En conclusión, el RNE les da respaldo para ser un lugar seguido de trabajo y prestación de servicio.

¿QUÉ HORIZONTES TIENEN EN MENTE?

“Por ahora estamos bien. Nos haría falta un camión para poder expandirnos más, pero no estamos en condiciones porque recién terminamos de comprar la máquina que es en dólares, muy costosa, al igual que los bidones. Por eso, vamos despacio y tranquilos”.

¿QUÉ OTROS PROYECTOS TIENEN PENSADO ANEXAR?

 “Pronto vamos a lanzar al mercado agua refrigerante para autos, así que estamos bien”.

A pesar de la situación económica del país, van bien, pero, también con su tono pausado y calmo como la tarde calurosa en la que llegamos para conocer más de su historia de Bio Casares, Rubén dijo que “este último mes se ha puesto más difícil porque aumentaron los insumos, pero, nosotros elegimos cantidad de clientes y bajos costos, eso suma mucho. Es la intención”, sostiene en este permanente crecimiento feliz en estos tres primeros años de vida comercial. En este sentido, sobre el futuro señaló que “donde mejore un poco todo nos va a ir mucho mejor”.

¿CÓMO ES EL DÍA A DÍA EN LA EMPRESA?

“Hacemos horario corrido de 7 a 18 hs. Trabajamos todos a la par. Aprovecho para agradecerles a los empleados que son excelentes personas, a Pablo y a Aldana que si bien está en el sur cuando viene siempre está con nosotros”.

¿CÓMO ES LA RELACIÓN CON LA CÁMARA?, ¿QUÉ OPINIÓN LE MERECE, SIENDO QUE ES SOCIO DESDE HACE AÑOS?

“Tenemos una relación de hace 20 años y siempre se ha portado muy bien. Nos ha apoyado en todo. Todas son palabras de agradecimientos”.

Por último, sobre el balance 2023, Rubén dijo: “Es muy bueno porque a medida que pasan los años vamos creciendo, incorporando tecnología e insumos.

Crecemos en clientes, maquinarias, bidones, es mucho el capital invertido; creo que en tiempo más podremos salir más de Casares. Por ahí este año mejora y pueden salir créditos nuevos que nos ayuden”.

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