El Grupo Los Grobo anunció días atrás que no podrá pagar vencimientos por unos 10 millones de dólares hasta marzo. El creador del mismo, Gustavo Grobocopatel salió a despegarse y afirmó: «Soy socio minoritario, no tengo injerencia».
Se trató de un nuevo default del sector que activó alarmas, ya que Los Grobo, la empresa que desarrolló Grobocopatel, no saldó un pagaré bursátil de US$ 100.000, que venció el 26 de diciembre, y avisó que cancelaría los pagos de ese tipo de obligaciones hasta el 31 de marzo, por un total de US$ 10 millones.
El tema escaló al primer plano de las inquietudes por la relevancia del campo en la dinámica del país, y porque el caso involucra al “rey de la soja”, aunque Grobocopatel desde hace ocho años es un socio minoritario (5%) -su hermana Matilde tiene otro 5%- y está “fuera de la operación” de la empresa, según respondió ante la consulta de un medio nacional.
Esto activó una mayor desconfianza en un escenario ya de por sí golpeado por la baja de precios de los granos, costos dolarizados y retenciones, que redujeron drásticamente los márgenes de rentabilidad de toda la cadena agropecuaria.
LAS CRÍTICAS DE UN FAMILIAR
Representantes de Los Grobo indicaron que durante diciembre fue complicándose cada vez más la renovación de vencimientos de corto plazo.
Por ello, prefirieron defaultear hasta la próxima cosecha, cuando volverán a ingresar fondos propios del agro, sin depender de financiamiento ajeno al sector.
Desde Victoria Capital señalaron que tanto los negocios de Los Grobo -abocada a la siembra y, cada vez más, a la comercialización de granos- como el de su controlada Agrofina –venta de insumos- “ son «sanos” y adjudicaron el default a una “iliquidez financiera transitoria”.
Pero la drástica medida genera preocupación sobre la operatoria de los “pagarés bursátiles”, una herramienta más sencilla que las Obligaciones Negociables (ON), reguladas por organismos de control como la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En un escenario complicado, la CNV denunció públicamente a Red Surcos por la presunta comisión del delito de engaños a inversores.
Los pagarés bursátiles surgieron en un momento en que eran una buena inversión para los financistas. Las empresas del agro, especialmente las que venden insumos, los utilizaron para financiar a los productores afectados por la sequía, como una manera de aliviar los abundantes stocks de insumos.
Pero ese mercado se achicó de 4.100 a 3.000 millones de dólares anuales, y explica parte de este presente complejo.