“El Castillito”: Historia y futuro de una legendaria empresa familiar

En medio de un año en constante movimiento, continuamos visitando a diversos socios comerciales para descubrir historias que inspiran. Hoy, tenemos el privilegio de adentrarnos en la de «El Castillito», una empresa familiar donde el matrimonio y uno de sus hijos trabajan incansablemente junto a tres empleados. Tras el saludo de bienvenida, María Ilincheta nos invita a pasar a su oficina y comenzamos a hablar sobre su comercio, en el que trabaja la tercera generación de la familia Cladera.

 “El Castillito” nació el 2 de mayo de 1988, cuando Miguel Cladera (padre) decidió dar un salto de fe y emprender su propio negocio, alejándose de su trabajo en la histórica «Casa Miguel». En aquellos días, el icónico edificio de Cecilia Borja y Avenida San Martín fue el punto de partida para la venta y reparación de artículos del hogar.

El negocio familiar fue creciendo, y en 1993, adquirieron un nuevo local en Avenida Maya y Monseñor D’Andrea. Fue en octubre de 1994 cuando inauguraron el flamante establecimiento que se convertiría en el hogar del legendario comercio.

“Con el tiempo, decidimos ampliar nuestra oferta y agregar una sección de mueblería”, rememora María Ilincheta, esposa de Miguel Cladera (hijo), por lo que a mediados de 1998 adquirieron el local de mitad de cuadra sobre avenida Maya; y finalmente en 2003 compraron la edificación, también a mitad de cuadra, pero sobre Monseñor D´Andrea. De esta manera, expandieron su oferta a productos de jardinería, ferretería, cortadoras de césped y también anexaron la venta de motos.

Todo el recorrido mencionado hasta el presente, como todo, tiene un pasado. La fachada del local de Cecilia Borja lleva el nombre de «El Castillito», tributo que Miguel (padre) decidió rendir a sus padres, quienes llegaron a Argentina desde España; allí vivían en una región llena de majestuosos castillos, apunta sobre el inicio de todo María.

Pero como todo en Argentina, los altibajos económicos marcaron el rumbo del negocio. “Siempre tratamos de acomodarnos a las diferentes épocas económicas adaptándonos a las distintas situaciones de la inestabilidad del país”, sigue narrando la dueña del local mientras camina por los pasillos de los salones.

“Nuestra idea siempre fue tener un amplio stock de productos para ofrecer buenos precios, y así acercarnos al cliente y darle un buen servicio”, agrega con convicción.

Y en ese caminar, María dice: “Me parece bueno que la Cámara de cursos y capacitaciones para los empleados«; además, propone sumar más servicios de asesoramiento para sus socios, ya que, «es bueno para el comercio local”, recordando que son socios de la institución desde el inicio del comercio. 

Al mismo tiempo reconoce que es “buena la participación de la Cámara con ACCUDI para una mayor concientización de la gente respecto del cáncer de mama, que haya traído el espectáculo de tango y la organización de la fiesta de las colectividades donde se vio el crisol de razas”.

Y cierra el punto calificando de “muy bien” el trabajo de la Cámara colaborando con las diferentes instituciones y realizando espectáculos, porque ha tenido muy buenos resultados.

Por último, reflexionó a modo de consejo. “Con la honestidad podes llegar a muchos lugares, siempre atrayendo y asesorando al cliente dando lo mejor de uno”.