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De Venezuela a Carlos Casares: el médico que vino en busca de un futuro mejor

El Dr. Pedro Carpio Figueroa emigró desde la conflictiva y caótica Venezuela hacía Argentina hace 9 meses con el claro objetivo de poder sustentarse económicamente y así ayudar a su familia que quedó allá. En diciembre arribó a la ciudad de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires y hoy ejerce la pediatría en una tierra que ya le pertenece. No dejes de conocer su historia.

¿Como decidiste venir a Argentina?

Fue un momento de decisiones que me llevaron a venir para acá. Al principio pensaba irme a Chile pero debido a que estaban pidiendo visa se me cerraron las puertas  y como tenía familiares acá, mis primos, consulte con ellos si podía venirme acá y como me dijeron que si tome la decisión.

Lo que me llevó a venirme para acá fue la incapacidad de sustentar a mi familia; me sentía frustrado de la situación en mi país y que siendo un profesional no tenia la ganancia suficiente para llevar una vida plena. En vistas de eso que me sentía cada vez peor de un día para otro me vine, vendí mis pertenencias y me separé de mi familia. Fue muy duro pero tuve que hacerlo para estar mejor.

¿Donde trabajabas en Venezuela y que nos podes contar de como es la vida allá?

Allá en Venezuela tenía 4 trabajos, trabajaba en 3 lugares fijos y en uno era suplente. En 3 clínicas privadas y en hospitales públicos hacia suplencias en casi todos. Trabajé además en una de las clínicas más importantes de Caracas, fui encargado de la emergencia pediatra junto a excelentes profesionales como el Dr. Jose Francisco que es un mentor de la pediatría en Venezuela y entre otros profesionales que me ayudaron mucho. También trabaje en una clinica del gobierno y allí estuve casi un año y como suplente en el Centro Medico «La Trinidad» que es otra clinica bastante importante y de buena formación médica.

En todos esos trabajos mi sueldo no llegaba ni a 120 dolares mensuales y con eso tenia que sustentar a mi familia, mi auto, el alquiler.  No me alcanzaba para nada y no tenia descanso, iba a mi casa dos veces por semana. Salía de un lugar para otro y así sucesivamente.

Tengo dos hijos, un nene de 2 años y una nena de 9 años y tenia que pensar un mes el dinero iba para uno de ellos, al otro mes para el otro. Era una situación muy difícil.

Mi mamá es profesora de la Universidad y mi papá también es profesional en la educación pero más en la parte administrativa. Me llaman diciéndome que su sueldo no les alcanza. Yo trato de ayudarlos lo más que puedo para que por lo menos puedan alimentarse todos los días.

Mis primos me compraron el pasaje. Me vine por tierra desde Puerto Ordaz hasta Manaos y de allí tome un avión hasta Buenos Aires. Llegue el 1 de mayo del año pasado y me acuerdo que hacia mucho frio, 4 grados hacían. Me he adaptado muy bien a este país que me ha dado la posibilidad de crecimiento. No me quejo de este país a pesar de que escucho muchas cosas. Estan viviendo como desearíamos que se viva en mi país. Si estaríamos asi allá, nadie saldría de Venezuela. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Cuando llegue a Buenos Aires trabaje en una remiseria. Después comencé a trabajar como acompañante terapéutico con un paciente, el cual extraño mucho. Luego estuve como repartidor de las empresas de mensajería y mandados Globo y de Rapi. Fue una experiencia divertida y dura al mismo tiempo. Andar en bicicleta todo el día, comer en la calle, el riesgo que corres. Me atropellaron dos veces pero como tenía casco y protección en el cuerpo no me hice mucho. Conocí muchos médicos trabajando de eso.

¿Cómo llegas a la Asociación de Médicos Venezolanos y finalmente a Carlos Casares?

Mientras hacia estos trabajos que te comentaba me inscribí en la sociedad de médicos, saque mi DNI, me legalicé prácticamente en el país. Comencé a realizar los trámites de la convalidación de mi título y me inscribí en la Asociación de Médicos Venezolanos. Allí me contacte con una médica que había estudiado conmigo en Venezuela y ella me hizo la propuesta para venir a trabajar acá en Carlos Casares. Luego de eso la evalué y acepté. Ellos enviaron todos mis datos a la Oficina de Empleo de la Municipalidad y la Lic. Magdalena Eceizabarrena se contactó conmigo y coordinamos una visita acá.

Cuando vine me reuni con el Director del Hospital, conocí también las salas de atención primaria y estuve con las otras doctoras. Al mes salio la convalida y me vine el 15 de diciembre para acá. Mi primera guardia fue el 24 de diciembre.

Poco a poco voy creciendo como profesional y me voy adaptando. Todos los días estudio, leo lalgo y voy acomodándome al manejo que tienen los profesionales. En cuanto a la parte pediátrica prácticamente se trabaja igual que en Venezuela.

¿Como te han recibido en la ciudad?

Me siento muy bien, muy comodo. Me gusta mucho la cultura de acá, es muy parecida a la de mi pueblo y no me he sentido triste, ni solo, Me siento a gusto con lo que tengo acá. Quiero agradecer a todos lo que me abrieron las puertas. Ta agradezco a ti por la oportunidad para que todo el mundo conozca mi historia.

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