Shopping de luz, gas y teléfono: Proponen que los servicios se paguen en cuotas

Tras la reunión entre el Gobierno y sus aliados de Cambiemos, se resolvió que las facturas de gas para hogares, emitidas por las distribuidoras entre el 1 de julio y el 31 de octubre, correspondientes a los meses de mayor consumo del invierno, se podrán pagar en seis cuotas mensuales, entre noviembre de este año y abril de 2019. Por el diferimiento se aplicará una tasa de interés que según Nicolás Massot, jefe de diputados del PRO, será inferior a la del mercado.

Se desechó así la propuesta de la UCR de aplicar una tarifa plana todo el año, que implicaría para los hogares pagar todos los meses un importe similar, porque según el Gobierno, debería compensarse a petroleras, transportistas y distribuidoras por la postergación en el cobro de los consumos de invierno, y no podría trasladarse ese costo a los usuarios.

Por otra parte, se suspenderá dos meses (mayo y junio) la fuerte reducción en la tarifa social que está vigente desde el 1 de diciembre pero que impactará sensiblemente en el invierno, para que en ese tiempo haya una campaña de concientización sobre el ahorro de energía.

Por último, fue rechazado el tercer punto que había planteado la UCR referido a postergar hasta octubre de 2019 el 50% del último aumento autorizado para transportistas y distribuidoras.

Ahora el ENARGAS deberá dictar las resoluciones que pulirán los detalles de la propuesta. Porque, como primer problema, el documento habla de posponer «el pago del último aumento en tres cuotas bimestrales», lo que a primera vista significaría diferir solo el 40% de suba dispuesta en abril, aunque esto fue desmentido por los protagonistas del encuentro.

El otro problema es que el diferimiento será optativo, lo que se explica por la aplicación de intereses. Ahí el ente regulador deberá resolver si los usuarios tendrán que hacer un trámite en las oficinas comerciales, lo que sería engorroso para el público y las empresas, o si en cada factura las distribuidoras ofrecerán una o más posibilidades de pago.

Sin embargo, esta alternativa tampoco cae bien en las distribuidoras en principio, porque tendrían que elaborar un nuevo modelo de factura. Está además el problema de que al ser optativo y con interés el diferimiento, un usuario debería tener derecho a decidir si prefiere pagar el saldo en una, dos o más cuotas.

En cualquier caso, el mecanismo planteado está lejos de tener el efecto tranquilizador que tuvo el año pasado la orden del Ministerio de Energía de dar cuatro cuotas mensuales sin interés para la factura más alta del invierno. Gran parte de los usuarios ni siquiera se dio cuenta de la situación hasta el verano porque el monto diferido estaba dentro de los ítems de la factura sin ningún relieve.

Este invierno, las boletas serán un 100% más caras que las del invierno pasado, lo que significa que un hogar de Capital Federal que usa gas para cocción, agua caliente y dos estufas, pagará entre $1.800 y $2.000 por mes, si es que las temperaturas no bajan demasiado porque si disminuyen el consumo será mayor al del año pasado y el importe será más alto.

Por último, la idea de facilitar el pago de las boletas de invierno ya estuvo planteado por el ENARGAS en la convocatoria a la última audiencia pública, y las empresas habían presentado alternativas pero dejando en claro que no se harían cargo del costo financiero. Ahora quedó claro que lo pagarán los consumidores.

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