Carlos Romanelli, un productor lanero pringlense sufrió una matanza de unos 60 corderos. En diálogo con una radio de Bahía Blanca, aseguró que se trataría de un puma que enseña a cazar a sus crías y no se come a sus presas y se quejó de que se trate de una especie protegida. “Fue el lunes a la noche, yo salí a recorrer el martes en la mañana y empecé a encontrar corderos muertos, mordidos, con manchas de sangre con la cabeza y todos los huesos rotos”, relató.
“Empecé a juntar y llené la camioneta”, dijo Romanelli, y agregó: “Me di cuenta que no fueron zorros ni perros, ya que tanta cantidad es muy difícil que el perro mate; estaban todos los corderos desparramados en un círculo de 50 hectáreas, algunos en un rincón, otros a 20, 30 o 50 metros uno de otro, incluso había ovejas que tenían corderos chiquititos que ni siquiera se habían parado y los mataron igual; quisieron matarlos, no los comieron, fue matar por matar”.
“Cuereándolos recién se ve como están destrozados dentro, si uno los ve así por fuera tienen solamente manchas de sangre, me dijeron que puede ser un puma enseñando a cazar a sus crías, acá no es zona de mucho escondite de pumas, pero los incendios en las sierras los han corrido seguramente, acá no hay mucho para esconderse, salvo algún sorgo, algún trigo alto, y esperemos que no vuelvan”, detalló.
“Ahora estamos saliendo todas las noches hasta las doce o una de la mañana para recorrer, pero no lo vamos a poder hacer siempre, así que no sé qué puede pasar, lo que más me molesta a mi es que es un animal protegido como el zorro, y en esta zona si uno cría ovejas se torna imposible, porque está protegido”, dijo.
Sobre la pérdida económica que sufrió por esta matanza, aseguró: “A 1200 o 1500 pesos por cordero; es una pérdida importante de unos 90 mil pesos, pero lo que más preocupa es el desastre que hizo en la majada, ahora tengo que esperar hasta el año que viene”.
Fuente: www.lu24.com.ar