En los últimos meses se han descubierto cuatro cráneos prácticamente completos en Junín, el de un oso gigante, de un tigre dientes de sable, de un mastodonte y de un equus. El último hallazgo, el del tigre, fue realizado por un vecino que rápidamente dio aviso al Museo.
El profesor José María Marchetto, director del Museo del Legado del Salado de Junín, comentó a la Agencia CTyS-UNLaM: “Podemos observar el último hallazgo de relevancia que se hizo en la ciudad de Junín; es un cráneo de smilodon, es decir, un tigre dientes de sable, que fue encontrado por un vecino que dio aviso al Museo para que fuésemos a rescatar el material”.
“Podemos apreciar el movimiento que hacía la mandíbula; los sables, los caninos, los usaba para hacer la estocada de muerte”, indicó Marchetto enseñando una réplica de smilodon. Y agregó: “La mandíbula tenía una gran apertura, para luego asestar el golpe mortal”.
Respecto al cráneo del mastodonte, el director del Museo adelantó que se inició esta mañana las tareas de rescate. “Como es demasiado grande este fósil, pensemos que se trata de un elefante extinto, no es fácil la logística para extraer el material y participan del operativo Damián Voglino del Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico (CRePAP), el paleoartista Miguel Lugo y el paleontólogo Ricardo Bonini del Museo de La Plata y CONICET”.
En sólo tres meses se descubrieron cuatro cráneos prácticamente completos, lo que consideran algo “excepcional” y más si se tiene en cuenta que “dos de ellos, además, son animales predadores, aún más difíciles de encontrar en el registro fósil (un oso gigante -omnívoro- y un tigre dientes de sable -carnívoro-). En tanto, los dos cráneos de herbívoros corresponden a un equus (una forma de caballo extinta) y un notiomastodon (una especie extinta parecida a los elefantes).
El yacimiento se encuentra a la vera del río Salado, en el tramo que une la Laguna de Gómez con la Laguna del Carpincho. “Es una zona bastante grande, que se extiende unos 10 kilómetros, por lo que la ayuda de los vecinos está siendo fundamental para poder realizar estos hallazgos”, valoró el director del Museo.
“Estos fósiles no tienen un valor económico, pero sí un valor cultural que es de todos, por lo que es clave la labor de los vecinos que nos ayudan a protegerlo”, destacó Marchetto.
El director del Museo de Junín da una posible explicación para esta gran acumulación de fósiles en el sitio: “Creemos que la zona donde encontramos los fósiles era parte de la ribera del antiguo río Salado, el cual, posiblemente, hace miles de años, tenía un caudal mayor de agua, era más ancho y menos profundo, y probablemente se ensanchaba aún más en períodos de lluvia”.
“Algunos de los animales podrían haber quedado atrapados en barro o lodo, lo cual también ayudaba a la fosilización, porque algunos de los restos, en lugar aparecer acostados, aparecen parados, lo que indica que habrían quedado varados al morir”, agregó Marchetto.
En este sitio, en los últimos meses, se han encontrado más cráneos que en los últimos 20 años, en gran medida por la colaboración de la comunidad al dar aviso al Museo de distintos hallazgos.
“Es importante aclarar que ningún vecino puede sacar los fósiles, no sólo porque este accionar va en contra de la ley de protección del patrimonio, que es la 25.743, sino porque se perdería información sumamente valiosa del terreno”, explicó el profesor Marchetto. Y agregó: “Además, si está enterrado, es muy probable que el material se lo rompa”.