Así lo expresó la vicegobernadora bonaerense durante una visita a la ciudad de Chacabuco donde estuvo acompañada por el senador provincial, Walter Torchio.
La vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, afirmó que junto al gobernador Axel Kicillof, seguirán trabajando «para mitigar el impacto del deterioro económico y social que generan las políticas de Milei». Lo hizo durante una visita a Chacabuco, donde se reunió con intendentes de la región, recorrió el remodelado polideportivo municipal y cerró la jornada con 500 jóvenes.
«La situación actual es muy compleja. Desde la provincia de Buenos Aires hemos decidido seguir apostando a sostener la producción, los puestos de trabajo, la educación, la salud, y fundamentalmente el acceso al desarrollo de todos», sostuvo Magario.
Al comienzo de su recorrida por la ciudad del norte bonaerense, la vicegobernadora mantuvo un encuentro con el intendente local, Darío Golía, y los jefes comunales de Alberti, Germán Lago; Bragado, Sergio Barenghi; Carlos Tejedor, María Celia Gianini; Leandro N. Alem, Carlos Ferraris; Rivadavia, Juan Alberto ‘Juanci’ Martínez; Salto, Ricardo Alessandro, además del senador Walter Torchio.
Seguidamente, encabezó el cierre de jornada del programa “Voces Adolescentes”, que promueve el Senado bonaerense para que los jóvenes de la provincia realicen proyectos de participación sociocomunitaria.
«En cada uno de estos encuentros ustedes nos demuestran que quieren vivir la vida, que luchan por ella, por sus derechos, que quieren tener una escuela a la altura de lo que necesitan, que quieren ir a la universidad, trabajar… ¡que piensan en su futuro!», dijo Magario ante 500 adolescentes provenientes de 21 distritos de la zona.
«Argentina siempre se destacó por ser pionera en materia de derechos como el acceso a la educación y la salud pública y gratuita. Hoy nos preocupa enormemente la situación económica que atraviesan nuestras familias y, por ende, las niñas, niños y adolescentes», agregó, y recordo que según los últimos datos de Unicef, la pobreza en niños y adolescentes llega al 70 por ciento en Argentina.
Para finalizar, instó a «pelear por un país distinto, donde la tecnología sea un derecho, donde podamos generar más políticas para combatir el flagelo de la droga, de la ludopatía, donde los jóvenes puedan cumplir sus sueños».