Por Victoria Juarez
El pasado mes de diciembre el pediatra Dr. Juan Antonio Vicuña se jubiló del Servicio de Pediatria del Hospital Municipal, de las Salas de Atención Primaria de la Salud de Carlos Casares y de su consultorio privado. Aseguró en una entrevista mano a mano con Portal El Toro que volvería a elegir ser medico y sobre todo pediatra ¡Conocé su historia!
¿Como fueron tus comienzos como médico en la ciudad?
Cuando estaba haciendo la residencia mi idea era venir a trabajar a 9 de Julio. De hecho mi papá era medico de Dudignac pero en aquella época era muy difícil conseguir una casa en alquiler. Un amigo de un familiar me dijo que había una casa que pertenecía a la sociedad italiana. Asi que el el 2 de mayo de 1977 abrimos el consultorio junto a mi ex esposa Graciela Devalle que es medica nutricionista.
Por supuesto que ni el 2, ni el 3 ni el 4 fue nadie pero de a poco empezaron a llegar pacientes. Luego empece a trabajar en el Centro Materno. En aquella época no tenía asegurado un nombramiento, guardias y la atención en las salas de atención primaria como si se da hoy en día. En ese momento no había guardias, había un solo pediatra que era el Dr. Ricardo Lucino y hacia pediatría también el Dr. Jusid que era otorrinolaringologo.
Cuando yo llegué, el Dr. Jusid me cedió su lugar. Iba algunos días por la mañana y se atendían las urgencias. Incluso, los partos los atendía la partera y la enfermera. Solamente te llamaban si había alguna dificultad o si el bebe era prematuro. Ese funcionamiento fue durante 15 años. En los casos en los que teníamos una derivación de algún paciente por ejemplo a la ciudad de La Plata, no cobrabamos por eso.
Teníamos unas incubadoras que eran muy primitivas, unas cajitas de vidrio con un agujerito por donde entraba una manguera de oxigeno y nos manejarnos con eso y con los antibioticos que había en ese momento. Uno tenía que cerrar el consultorio y volver a quedarse sentado al lado de la incubadora para esperar que el chiquito se recupere y eso era muy agradecido por las familias.
Luego comenzó el sistema de guardias. Ya había llegado la Dra. Rojas, la Dra. Moreira y la Dra. Marcos y junto con el Dr. Lucino fuimos los primeros 5 que hicimos durante muchos años guardias activas.
Además fuiste Jefe de Pediatria y Director del Centro Materno, ¿Que nos podes contar de esas etapas de tu profesión?
Primero fui Jefe de Pediatria del Centro Materno por un concurso que se realizó en el Hospital Provincial de Junin y durante 11 años ocupé ese cargo. Después, durante el primer gobierno del actual intendente Walter Torchio fui Director del Centro Materno junto a la coordinadora de enfermería Soledad Miguez y Ana Maria Almada, Administradora del Centro Materno. En cuanto a las pediatras se sumó la Dra. Lezcano al grupo de médicos que ya estaba trabajando.
Hicimos un convenio con la Universidad de Buenos Aires para que los residentes que estaban cursando pudieran venir a hacer su experiencia en la ciudad y es así que en ese momento vino la Dra. Ottaviani y la Dra. Martin.
Estuviste trabajando muchos años en las salas de atención primaria de las localidades rurales, ¿Como fue esa experiencia?
Siempre me gustó ir al campo a trabajar. Fui el primer medico en ir a atender a la sala de Cadret cuando se inauguró. Luego empecé a ir con regularidad a todas las salitas, fundamentalmente en Smith, Moctezuma, Ordoqui, Hortensia, Bellocq. Eso lo hice durante 18 años. En un primer momento ponía mi vehículo y era ad-honorem y después me empezaron a pagar el combustible. En los últimos tiempos y gracias a la gestión del entonces Director de Salud, Nelson Rivas regularizó el hecho de poder ir e remis y organizar un contrato de trabajo.
¿Que te dio esta profesión y que te quitó?
Me dio la posibilidad de hacer lo que realmente me gusta y el agradecimiento de la gente, la satisfacción de haber hecho las cosas lo mejor posible y haberme mantenido durante tantos años en la profesión sin tener grandes trastornos. La medicina es una profesión difícil sobre todo en estos lugares que uno esta muy en contacto con la gente. Un padecimiento de un chico lo vive toda una familia, un barrio y cuando las cosas no salen bien, el que está a mano para echar la culpa siempre es el pediatra.
En estos momentos es mucho más difícil todavía con las utilización de las redes sociales uno esta muy indefenso ante lo que se pueda decir. Antes la relación medico-paciente era más personal.
Que me sacó? es muy absorbente la medicina. Hice un cálculo que durante todas las guardias que hice en mi vida suman 7 años. Así que imaginate que he pasado infinidad de fiestas, cumpleaños míos y de mis hijos. La familia padece eso pero es lo que uno eligió; son las leyes del juego.
A pesar de todo esto, sin dudas volvería a elegir la misma profesión y la misma especialidad. Atendí a niñas que hoy son abuelas; 3 generaciones, eso es muy gratificante.
