Todo comenzó cuando, el 2 de abril de 1982, la dictadura cívico-militar inició el desembarco de tropas en las islas Malvinas, que fueron tomadas por Inglaterra en el año 1833. El conflicto armado concluyó el 14 de junio de 1982 con la rendición de la Argentina y provocó la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.
Guerra de Malvinas: sus inicios
Los reclamos por las islas fueron los que dieron origen a la guerra de Malvinas el 2 de abril de 1982, durante la dictadura del General Leopoldo Fortunato Galtieri, el Almirante Jorge Isaac Anaya y el Brigadier Basilio Lami Dozo.
La operación estaba prevista para mediados de mayo de 1982, pero los planes se precipitaron cuando, el 19 de marzo, una delegación argentina izó la bandera nacional en las islas Georgias, también bajo dominio británico.
En la madrugada del 2 de abril, fuerzas argentinas iniciaron la guerra de Malvinas al tomar por asalto las Islas Malvinas e instauraron un gobierno local bajo el mando del general Mario Benjamín Menéndez. Galtieri, por su parte, apostaba porque los británicos accederían al diálogo.
Sin embargo, un día después, la entonces primera ministra británica, Margaret Thatcher, despachó su flota hacia el Atlántico Sur, mientras que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigía el repliegue de las tropas argentinas y el inicio de las negociaciones.
Nada de eso ocurrió y tras el fracaso de la diplomacia para abrir el diálogo, el 2 de abril estalló la guerra de Malvinas con un bombardeo británico sobre Puerto Argentino, la rebautizada capital de las islas.
Un día más tarde, el conflicto vivía uno de sus acontecimientos más cruentos y polémicos de la guerra de Malvinas: el submarino nuclear británico ‘Conqueror’ hundió el crucero argentino ‘General Belgrano’ donde murieron 323 soldados argentinos.
La intervención del Papa durante la guerra y el desenlace
Las batallas, por mar, tierra y aire, se agudizaron y la superioridad del poderío bélico británico se hizo notar en la guerra de Malvinas. A comienzos de junio los argentinos habían perdido posiciones y comenzaron a replegarse hacia Puerto Argentino, su último bastión.
El 12 de junio, mientras los combates cada vez más violentos sacudían las Islas Malvinas y la guerra estaba en su peor momento, en Buenos Aires, el Papa Juan Pablo II congregó a dos millones de personas para orar por la paz. Dos días después, ya sin capacidad de respuesta, el general Menéndez firmó la rendición.
El día 15, Galtieri convocó a la población a Plaza de Mayo con el propósito de anunciar la rendición y realizar un balance del conflicto. Había terminado la guerra de Malvinas. Los partidos políticos de la oposición, hicieron responsables a los militares de haber utilizado la excusa del conflicto para frenar las presiones sociales y mantenerse en el poder.
La derrota de la guerra de Malvinas provocó una profunda crisis en el régimen militar. El desgaste del gobierno de facto argentino se aceleró.
La victoria británica permitió a Thatcher reafirmarse en el poder. Para Galtieri se tradujo en una inmediata salida de la presidencia y su reemplazo por el general Reynaldo Bignone. Un año más tarde, Bignone convocó elecciones, poniendo fin al sangriento régimen.
La salida de la guerra de Malvinas hacia la democracia ya tenía fecha: octubre de 1983 de la mano del Dr. Raúl Alfonsín, tras la triste guerra de Malvinas.
Día el Veterano y de los Caídos en Malvinas
Pasados varios años y en reconocimiento a lo que fue la guerra de Malvinas, se tomó la decisión de rendir homenaje a quienes dieron su vida para defender la patria.
Así, el 22 de noviembre de 2000, el gobierno nacional estableció el 2 de Abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas.
Recordar esta fecha tiene distintos objetivos: honrar a los soldados muertos en esa guerra, conocer los hechos históricos relacionados con Malvinas, informar sobre la situación actual de las islas y sobre los reclamos argentinos.