Este lunes 20 de noviembre se celebra el «Día de la Soberanía Nacional», en conmemoración a la Batalla de la Vuelta de Obligado, librada un día como este pero de 1845. En 2023, esta fecha coincide con el primer día como presidente electo de Javier Milei, quien paradojicamente ratificó su intención de privatizar YPF, a pesar de que la primera experiencia con Repsol concluyó en un fracaso rotundo.
En Vuelta de Obligado, a orillas del río Paraná, la provincia de Buenos Aires, liderada por Juan Manuel de Rosas, combatió a una flota de navíos anglo-francesa el 20 de noviembre 1845. El Combate de la Vuelta de Obligado es un momento histórico la soberanía nacional.
La batalla era desigual, la provincia contaba con 21 cañones de mediano alcance contra 100 de alto poder de la fuerza invasora. Frente a la batería “General Mansilla” fueron dispuestas tres filas de gruesas cadenas que, apoyadas en 24 barcazas, llegaban hasta la otra orilla, defendida por el bergantín Republicano y los lanchones Místico, Restaurador y Lagos, armados como se pudo.
Luego de muchas idas y vueltas diplomáticas, se firmó un tratado mediante el cual los ingleses reconocían la soberanía argentina sobre sus ríos interiores y su derecho a solucionar sus problemas con el Uruguay sin la intervención extranjera. Francia demoró en acordar, pero finalmente lo hizo.
En 2020 se hallaron en las aguas del río Paraná los restos de las cadenas que fueron utilizadas durante la batalla. La pequeña localidad del partido de San Pedro atesora la historia de la batalla en la Reserva Natural Histórica y Refugio de Vida Silvestre; donde funciona un museo dedicado a la epopeya.
En un día tan emblemático, Milei como presidente electo ratificó su intención de privatizar YPF, lo que implica volver a perder «las joyas de la abuela».
«A YPF primero la tienen que recomponer. Desde que el señor Axel Kicillof decidió estatizarla, el deterioro que han hecho de la empresa en términos de resultados para que valga menos que cuando se la expropió”, aseguró.
Milei indicó que en el proceso de transición energética, “YPF y Enarsa tienen un rol” con el objetivo de «racionalizar estructura para ponerlas en valor para que se las pueda vender de una manera muy beneficiosa para los argentinos”.
Según la empresa consultora estadounidense PFC Energy, el 65% de los estimados mundiales de petróleo y las reservas de gas está en manos de compañías públicas del Estado. El mismo informe señala que solamente el 7% se hallan en países que permiten inversiones en el sector a compañías extranjeras.
EN LOS AÑOS ´90 SE VENDIÓ
En los ’90, Carlos Menem realizó la primera privatización del petróleo argentino. El primer paso en este proceso fue el cambio de tipo societario de YPF (que era una Sociedad del Estado) para convertirse en una Sociedad Anónima. Finalmente, fue privatizada al ser vendida a la española Repsol en 1999.
Durante su privatización, YPF obtuvo una utilidad neta de 16.450 millones de dólares entre 1999 y 2011, período en el que repartió dividendos por 13.246 millones de dólares. En lugar de destinar la ganancia a los pozos y a la producción se la distribuyeron entre los accionistas, lo que llevó a una gran caída en su producción.
2012 VUELVE EL 51% A CONTROL DEL ESTADO ARGENTINO
El 16 de abril de 2012, Cristina Kirchner anunció la decisión de expropiar el 51% de las acciones de la empresa que estaban en manos de la española Repsol y dispuso por decreto la intervención de la petrolera, en una operación política de envergadura que tuvo en el entonces viceministro de Economía, Axel Kicillof, a su principal ejecutor.
Luego le tocaría a Miguel Galuccio, primer presidente y CEO de la compañía nacionalizada, revertir los pésimos indicadores en exploración y producción.
Bajo manos del la española Repsol, YPF atravesaba una situación complicada. La producción caía sistemáticamente y lo mismo ocurría con las reservas. En paralelo los capitales españoles se llevaba las utilidades al exterior y la reinversión era prácticamente nula.
A partir de la estatización del 51% de las acciones, la mira del gobierno estuvo puesta en Vaca Muerta la segunda reserva de gas del mundo y la cuarta de petróleo. La nueva gestión estatal lo tuvo claro desde el principio, buscó atraer socios internacionales para que los primeros equipos de perforación atraviesen la formación geológica hasta llegar a la roca neuquina, rebosante de gas y petróleo.
En mayo de 2021 fue la primera vez que YPF superó las 450 etapas de fractura y cerró el mes exactamente con 482 punciones en Vaca Muerta. Desde entonces alcanzó su récord personal en julio con 675 etapas de fractura y solo en febrero de este año registró un nivel más bajo que el que venía mostrando.
La compañía logró cumplir con la ejecución de su plan de inversiones anunciado de aproximadamente 4.200 millones de dólares, que resultó un 60% superior respecto al año anterior y constituye la mayor inversión corporativa del país. En particular, en el cuarto trimestre, la compañía invirtió más de 1.400 millones de dólares, un 25% superior respecto al tercer trimestre.
Las inversiones, los resultados obtenidos y la eficiencia lograda durante el 2022, le permitieron a YPF mejorar sus reservas que alcanzaron los casi 1.200 millones de barriles de petróleo equivalentes, la mayor cifra desde 2015 y un 4% superior al año anterior. El índice de reemplazo de reservas se ubicó en 124%.
Por el lado del Downstream, las ventas domésticas de combustibles del año resultaron un 11% superiores al año anterior, marcando un récord histórico anual de suministro tanto para naftas como para gasoil, el cual fue abastecido a través de mayores niveles de procesamiento en nuestras refinerías, que crecieron un 6% en relación a 2021, y a un incremento en las importaciones.
En materia financiera, el flujo de caja libre fue positivo por tercer año consecutivo, acumulando más de 750 millones de dólares en el año, lo que permitió disminuir la deuda neta de la compañía que se ubicó en el nivel más bajo desde 2015 y cerró el año con un ratio de endeudamiento neto muy saludable, de 1,2 veces en relación con el EBITDA ajustado.