El verde ganó una final histórica frente a Atlético por penales y se consagró campeón tras 43 años del torneo local “Luca Oddo”. La cancha de Boca estaba que explotaba de gente. Se vivió una verdadera fiesta del fútbol local.
El depor volvió a ser campeón del petit tras muchísimos años, luego de pasar las mil y unas. Y de levantarse de la mano de Santi, Emilio, Pablo y un centenar de pibes que confiaron y revalorizaron a la institución como un lugar de contención, aprendizaje y amor por el otro.
Fueron reconstruyendo esa identidad que hoy los llevó a levantar la copa.
En un partido que tuvo todos los condimentos para transformarse en una final histórica, no le faltó nada. Tiros en los palos, voladas magníficas y un 0-0 que hacía que los corazones levanten la frecuencia cardiaca. Panales y un marcó de público nunca visto en una final, alrededor de 2500 hinchas vibrando el ritmo de los tambores.
Para Deporivo convirtieron A. De Saa, S. Molina, B. Gutiérrez y R. Toledo. Governatori le contuvo a K. Aloy. Para Atlético convirtieron J. Santo Domingo, G. Regules y D. Miguel. N. Villalba dio su remate en el palo y Gutiérrez le contuvo a A. Baselli.
La cancha del xeneize casarense era un verdadero hervidero. No cabía un alfiler. Las tribunas rebalsaban de fanáticos y sobre el alambrado no quedaba hueco para poder apreciar lo que sucedía dentro del campo de juego.
Fue una verdadera fiesta, sin disturbios, sin peleas y con sobrio ganador que mereció llevarse el campeonato. No solamente porque fue mejor durante los 90 minutos de la final, sino también porque es el resultado de un largo proceso. Reivindicando la importancia que tiene construir proyectos a largo plazo y culminarlos con un resultado exitoso.
El depor es el fiel reflejo de una institución que desde las cenizas se levantó, comenzó a poner sus primeros cimientos de forma sólida y tras varios años de construcción, llega su primer reconocimiento, de muchos que vendrán en el futuro.
SANTIAGO ROMÁN EL ARTÍFICE NATURAL DE ESTE MOMENTO
El DT del depor es el artífice natural de este momento, pero no por su rol en la conducción técnica del equipo, porque eso es uno de los aportes a todos los que viene haciendo desde hace varios años.
“Santi” como se lo conoce en el barrio y hoy, ya, podemos decir en toda la ciudad, porque no hay rincón de Carlos Casares que no sepa del inmenso trabajo que llevó adelante este loco soñador con otros tanto que se sumaron a refundar el bajo verde.
Tras varios años de reconstruir la institución desde sus finanzas, hasta sus actividades sociales y su esencial rol en la comunidad, el depor hoy se encuentra con un título que viene a darle sustento y valoración a todo ese esfuerzo, dedicación e inmenso trabajo desde aquellos años en que todo parecía esfumarse y enterrase.
Tras 43 largos años (último campeonato en 1978) el depor volvió a sonreír, la cancha fue una verdadera fiesta del fútbol y las calles una intensa marea verde que quedará por siempre grabada en el corazón del pueblo casarense.
¡Salud campeones!
Fotos: Gentileza de Fabián Luna