Tras un inicio fulgurante de partido en el que se vieron dos goles en apenas 4 minutos, Croacia tuvo que esperar a los penales para derrotar a una brava Dinamarca que se mostró más ofensiva que en anteriores ocasiones, pero no pudieron quedarse con el triunfo, a pesar de la gran tarea de su arquero Schmeichel.
No se había cumplido el primer minuto y Dinamarca ya iba 0-1. Mathias Jorgensen disparó entre un mar de piernas y Danijel Subasic no logró evitar que el balón cruzara la línea. Pero poco duró la alegría a los escandinavos. El el 4’ Mario Mandzukic no perdonó en la primera de Croacia y reestableció la igualdad.
A partir de entonces, Croacia se mostró más dominante en el primer tiempo, con Luka Modric dirigiendo las operaciones desde una posición más retrasada que en anteriores partidos. Pero Dinamarca tuvo sus opciones y Christian Eriksen mandó un balón al travesaño.
Los escandinavos se lo fueron creyendo más con el paso de los minutos, pero pecaron de cándidos en sus llegadas al área croata. Los Vatreni, muy fatigados, no alcanzaron a desnivelar tampoco un choque que fue a la prórroga. Ahí Croacia siguió queriendo, pero sin poder -Modric marró un penal en el 116′- y Dinamarca esperó a los penales, confiando en la fortaleza de Kasper Schmeichel. El arquero atajó dos, pero Subasic paró tres y dio el pase a los suyos.
El dato
En un Mundial marcado por los goles a última hora, este Croacia-Dinamarca registró el empate inicial más veloz de la historia. Nunca antes se había visto que en el minuto 4 de un partido el marcador fuese ya de 1-1. El gol de Jorgensen es, además, el 13º más rápido en un Mundial.