El intendente de Carlos Casares, Daniel Stadnik, aseguró que el distrito atraviesa la inundación más grande de su historia, superando incluso a las registradas en 1973, 2001 y 2012. En diálogo con Mariano Gandini en Todo Provincial RADIO, explicó que el fenómeno dejó registros de entre 1600 y 1900 milímetros de lluvia interanual, el doble de la media histórica de 850 mm.
“Estamos claramente con el doble de la cantidad de agua que debería llover en un año”, subrayó el jefe comunal, destacando que se trata de un evento climático sin precedentes. No obstante, remarcó que gracias a las obras hidráulicas y pluviales realizadas en los últimos 14 años, la planta urbana de la ciudad no sufrió anegamientos ni fue necesario evacuar familias. “Hoy barrios que siempre se inundaban no tuvieron ningún problema”, valoró.

Stadnik resaltó el impacto de obras como los conductos subterráneos, defensas perimetrales, dragados y un canal de 55 kilómetros que mejoró el drenaje de unas 70 mil hectáreas. También señaló los 40 km de alteo de caminos rurales que permitieron mantener la conexión de las localidades del distrito.
Daniel Stadnik: “La única ayuda que estamos recibiendo es de la Provincia”
El intendente agradeció el apoyo del gobierno bonaerense, que dispuso un helicóptero para llevar medicamentos, provisiones y asistencia sanitaria a los parajes más aislados.
“La única ayuda que estamos recibiendo es de la Provincia”, afirmó, y destacó la “humanidad” del gobernador Axel Kicillof, que se mostró preocupado por la situación de familias de la zona rural.
En contraste, cuestionó duramente al gobierno nacional por su ausencia en la emergencia: “En otras inundaciones siempre estuvo, hoy directamente no tenemos ni un teléfono donde llamar. Nos cortaron fondos, frenaron obras y no hay ayuda de ningún tipo”.
Stadnik criticó al gobierno nacional, en otras inundaciones siempre estuvo, ahora ni un teléfono dónde llamar tenemos
Consultado por el malestar del sector agropecuario, Stadnik expresó comprensión: “No justifico reacciones violentas, pero sí las entiendo. Hay productores que no pueden sembrar y viven de eso. Esto es un fenómeno climático que no hay obras que lo puedan resolver totalmente”. Además, advirtió que la falta de continuidad en la obra del río Salado agrava los problemas de escurrimiento.
Finalmente, consideró que la carga tributaria que soportan los productores debe volcarse a obras hidráulicas y caminos rurales. “El 58% de los impuestos que pagan queda en manos de Nación. Si no los destinan a infraestructura, las provincias y los municipios solos no podemos”, advirtió.