El diputado bonaerense del Frente de Todos y ex secretario privado de Néstor Kirchner, Walter Abarca, en diálogo con Mariano Gandini y Fernando Pietrafesa en “Actualidad Políticia TV” Canal METRO, recordó al ex presidente a 20 años de haber ganado la elección en 2003.
“Mi primera reunión con Néstor Kirchner fue en el 2000, fui uno de los organizadores con 20 o 30 jóvenes de La Plata de unos 25 a 30 años; a partir de ese momento me sume al sueño y objetivo que Kirchner sea presidente en 2007, y la coyuntura política hizo que lo sea antes”, recordó el ex secretario privado del ex presidente de la nación del 2003-2007.
Sobre la forma de trabajar, Abarca cuenta “Néstor era un amante de la política, creo que se acostaba a dormir y soñaba lo que iba a hacer al otro día, no descansaba nunca. Nunca lo vi estar en el despacho sentado, relajado, charlando de cualquier cosa, más allá de alguna pincelada de fútbol, vivía trabajando”.
“Arrancábamos a las 7.30 de la mañana y nos íbamos a las 11 de la noche. Estabamos todo el día en casa rosada trabajando, una persona hiperactiva y muy sencillo como persona. Un provinciano con las características y costumbres de los del interior”, afirmó el actual diputado provincial, oriundo de Saladillo.
En tanto, sobre su cercanía con Kirchner remarcó “Para mí fue como mi segundo padre, porque a los 25 años perdí a mi papá, a los 28 lo conocí a Kirchner y a los 30 era su secretario privado” y agregó “Nos daba consejos, nos preguntaba con quien había salido, nos advertía que la alfombra roja no era tener poder, nos consultaba sobre nuestra vida privada, que hacíamos con la plata, que comprábamos. Charlas que uno tiene con su padre, yo las tenía con él”.
“Creo que Néstor fue el segundo mejor presidente de la Historia Argentina, después de Juan Domingo Perón. Es el Perón de nuestro siglo, el Perón de nuestra generación”, subrayó Abarca en dialogo con Mariano Gandini y Fernando Pietrafesa por Canal Metro.
Por último, el ex secretario privado del ex presidente, relató “Argentina después de 50 años con Néstor volvió a tener superávit fiscal, después de 60 años creció a tasas del 8% anual, pagamos la deuda al FMI, levantamos bien alto las banderas de las soberanía política e independencia económica, se bajó la pobreza y la marginalidad”.